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Hay que relatar primero que nada que el TOC consiste en un desorden que afecta a sujetos que sufren de problemas de estrés, y acostumbra a resultar difícil de superar, desencadenando sufrimiento en muchos colectivos lo que constituye un problema. Para los enfermos, el estrés entretiene el pensamiento en estado de alerta a causa de temores y malestares. Muchas veces la ansiedad generada por sus pensamientos obsesivos, que frecuentemente pueden perjudicar su integridad física y mental. Particularmente los mencionados pensamientos negativos son el resultado de el TOC, que en realidad es un desorden de ansiedad. Los fuertes niveles de ansiedad pueden llegar a ser tan altos que el individuo se enfoca obsesivamente en aquello que lo intimida y actúa llamados actos compulsivos. No se conoce a ciencia cierta cual puede ser el origen del desorden, aunque se cree que el único modo de curar el TOC consiste en eliminar su causa.

Como ejemplo concreto, uno de los desequilibrios más frecuentes puede ser el del aseo. El hecho de tener miedo recurrente e insistente a que las bacterias consigan afectarlos hace que estos pacientes necesiten cerciorarse a ciencia cierta de que sus manos o sus ambientes estén limpios, al punto de que revisan de manera obsesiva y repetida que la higiene esté inmejorable. Por eso proceden a limpiar repetidas veces el mismo espacio a manera de ritual hasta que se sienten satisfechos. Un ejemplo que vemos comúnmente es el de los actos de revisión. Estos sujetos requieren compulsivamente estar seguros tantas veces como se haga prudente que una tarea se terminó. Por ejemplo cerrar una ventana, apagar un foco que se encuentra encendido, desplazar algo de un lugar a otro, por solo mencionar algunos.
Pese a que tras de muchos años de investigación aún no está claro cuál es la causa o cura del TOC, o sea, la razón por la que se desarrolla el episodio en una persona, muchos estudios apuntan a que normalmente ocurre durante la niñez cuando podría tener sus cimientos este proceso de ansiedad. La imposición en la etapa de formación de un niño así como el daño y la desatención en los primeros seis años de vida, ayudan a sentar factores de desequilibrio y baja autoestima en su personalidad. Partiendo de ese punto, el individuo es capaz de continuar con su vida sin problemas. Pero en cuanto surja un hecho traumático el desorden pudiera empezar a activarse y poco a poco hasta llegar al punto de tomar control de la conducta de la persona.

El tipo de síntomas puede manifestarse y ocultarse, aliviarse, desmejorar o unirse a la rutina diaria de una persona. Todo eso dependerá del nivel del desorden, la correcta aplicación del modo de curación y la fuerza de voluntad del paciente de estar mejor y esfuerzo salir del problema. Muchas veces resulta útil la psicología conductiva y el psicoanálisis como los ejercicios de libros de auto ayuda. Es cierto que a veces estos fracasan estrepitosamente y el paciente se queda atrapado en su propio sufrimiento. Pero por supuesto se puede conseguir la curación del TOC y superar el estado de angustia existencial que la gente vive, por culpa de este conjunto de síntomas que les arrebató la felicidad. Generalmente la población que sufre el problema gasta tiempo y dinero en médicos buscando cómo eliminar la causa del problema además de revisando información en Internet acerca algún tratamiento terapéutico.

La presencia de actos compulsivos suele acompañar a las personas que padecen de un Trastorno Obsesivo Compulsivo. Se trata de todo un cuadro de insuficiencias en la personalidad del sujeto. El trance de no tener poder sobre lo que se piensa y estar viviendo en un persistente estado de ansiedad y desasosiego no debe ser simple. Por consiguiente, estos sujetos, conscientes de que su vida resulta compleja sin que de manera voluntaria consigan hacer algo al respecto, se van llenando de tristeza e insatisfacción y es allí cuando la depresión se presenta tajante y comienza a invadir. El papel de la responsabilidad y personas cercanas al cliente resulta de vital importancia para reducir su carga. Es fundamental ser tolerantes ya que la conducta compulsiva es involuntaria, aunque necesaria para estos sujetos y contener dicho comportamiento solo aumentará los niveles de ansiedad por no tener la posibilidad de poner en práctica la actuación que para ellos es ineludible.